Otro año que termina. Por ello, no puedo evitar pensar en su evolución, en todo lo acontecido estos 366 días de este año bisiesto al que le quedan escasas horas.
Todos habremos pasado por buenos momentos, por malos, por días regulares, por épocas normales o directamente por experiencias totalmente prescindibles en nuestras vidas. Pero no me puedo quejar (puede que comparándolo con el penoso año 2.007 que nos tocó pasar a mi familia y a mí, este año me haya parecido un auténtico paraíso); del 2.008 me llevo una cantidad de vivencias que me han hecho aprender un poquito más de la vida: amistades con las que puedo contar para lo bueno y lo malo, para divertirme, pasármelo en grande con ellas y que tengo como gran apoyo; he reencontrado viejos amigos que no esperaba volver a ver y que me han hecho, me hacen y espero que me hagan -durante mucho tiempo- muy feliz; he conocido personas que me han sorprendido, tanto para bien como para mal, y de las que me llevo una nueva perspectiva de la vida; he cultivado, por desgracia, o han nacido nuevas enemistades con las que no esperaba contar y las que me hacen valorar las amistades verdaderas que tengo; personas que nunca olvidaré y que seguiré viendo aunque sea una vez cada mil años, han desaparecido de mi vida, porque nuestros caminos se han separado por circunstancias ajenas a nosotros; mi hermano, por fin, está bien, sano y tranquilo, y eso hace que todos seamos más felices; mi viaje a Sevilla con mis niñas de la Universidad fue corto pero intenso y me divertí a lo grande con ellas; este verano mi viaje de Interraíl ha sido una experiencia extraordinaria que me servirá para tener algo que contarles a mis nietos; Periodismo cada día me gusta más y disfruto más con él.
Creo que no me olvido de nada más. Sólo desearos entonces FELIZ AÑO 2.009 y que todos los deseos se hagan realidad.
Todos habremos pasado por buenos momentos, por malos, por días regulares, por épocas normales o directamente por experiencias totalmente prescindibles en nuestras vidas. Pero no me puedo quejar (puede que comparándolo con el penoso año 2.007 que nos tocó pasar a mi familia y a mí, este año me haya parecido un auténtico paraíso); del 2.008 me llevo una cantidad de vivencias que me han hecho aprender un poquito más de la vida: amistades con las que puedo contar para lo bueno y lo malo, para divertirme, pasármelo en grande con ellas y que tengo como gran apoyo; he reencontrado viejos amigos que no esperaba volver a ver y que me han hecho, me hacen y espero que me hagan -durante mucho tiempo- muy feliz; he conocido personas que me han sorprendido, tanto para bien como para mal, y de las que me llevo una nueva perspectiva de la vida; he cultivado, por desgracia, o han nacido nuevas enemistades con las que no esperaba contar y las que me hacen valorar las amistades verdaderas que tengo; personas que nunca olvidaré y que seguiré viendo aunque sea una vez cada mil años, han desaparecido de mi vida, porque nuestros caminos se han separado por circunstancias ajenas a nosotros; mi hermano, por fin, está bien, sano y tranquilo, y eso hace que todos seamos más felices; mi viaje a Sevilla con mis niñas de la Universidad fue corto pero intenso y me divertí a lo grande con ellas; este verano mi viaje de Interraíl ha sido una experiencia extraordinaria que me servirá para tener algo que contarles a mis nietos; Periodismo cada día me gusta más y disfruto más con él.
Creo que no me olvido de nada más. Sólo desearos entonces FELIZ AÑO 2.009 y que todos los deseos se hagan realidad.