"Todos los LUNES compartiendo mis sueños y pensamientos contigo"

lunes, 29 de junio de 2009

PARECIDOS RAZONABLES

Está una tan tranquila, en el cine, sentada para pasar un rato entretenido, para dejar de pensar, para desconectar... hasta que sale. En la gran pantalla surge una figura familiar que te recuerda a alguien. "¿A quién se parece?", sueles preguntarte en otras situaciones como ésa. Pero en esta ocasión no te ha dado tiempo ni a plantearte dicha cuestión. Tu cabeza solamente ha formulado la mitad cuando, de golpe, te viene la respuesta.
La sonrisa del chico ha hecho que recuerdes a una persona a la que llevas muchas semanas sin ver. "¡No puede ser!", piensas desconcertada. Pero sí, claro que puede ser. Puede ser y es. La película sigue avanzando y cada vez estás más segura de que el chico se parece mucho a tu persona ¿conocida?. Los ojos, aunque semi-ocultos bajo un diferente peinado, no te dejan lugar a dudas. ¡Son iguales!. Incluso la boca y la barbilla son bastante parecidas; sobre todo, cuando sonríe. Al formarse la sonrisa fue cuando ya lo tenías clarísimo. El parecido era asombroso. Nunca habías visto a una persona que se pareciera tanto a otra sin ser familia. Sin embargo, la nariz del actor es más grande y puntiaguda. Pero eso no le quita el mérito de la gran similitud que se aprecia. Parecen clones. Tienen una complexión corporal similar y hasta la forma de andar es casi idéntica.
"¡No puede ser!", vuelves a pensar. Una parte de ti desea salir corriendo de allí y volver a casa; pero, al final, gana tu parte curiosa. Tienes que enterarte de cómo se llama el actor para buscarlo en Internet. Además, como tiene un papel secundario solamente sale en un par de escenas a la mitad de la película.
La vida te da sorpresas.

viernes, 26 de junio de 2009

ELLA (HISTORIAS II)

"La mujer ya ha llegado a las gradas. Mira al campo donde está el jugador al que todos vitorean." En las primeras filas ve a grupos de chicas histéricas que no paran de gritar el nombre del chico. ¡Realmente patético!. No sabe si es peor la actitud de ellas o la prepotencia de él. Durante unos minutos duda y no sabe qué hacer. Ha sido una tontería ir al partido sólo por verlo. Pero es algo que no puede evitar. Sabe que tras esos músculos creados tras muchas horas de gimnasio se esconde un chico sensible que busca desesperadamente alguien a quien amar. ¿Ella podría ser esa persona?. Estos pensamientos la invaden mientras se confunde entre el gentío masculino buscando un asiento libre.

Sus miradas se cruzan y la chica ve en los ojos de él un brillo especial, alejado de la chulería habitual. Ese brillo que siempre asoma a sus ojos cuando la mira. ¿Ella era capaz de cambiar a un hombre y de volverlo más humano?. ¡Menuda bobada pensar así!. No, lo que ocurre es que es la única que no está afónica dando gritos, la única que no lo trata como si fuera un dios o un ángel caído del cielo. Y eso a los hombres les afecta a su ego, sobre todo a personas como él. Pero algo en su interior le hace rechazar esta última teoría. Él no es solamente ese gran deportista admirado y envidiado por todos. Ella lo sabe. Lo ha observado durante mucho tiempo. Lo ha visto actuar y casi podría asegurar que puede leerle la mente… Aunque no siempre es así. A veces, las piezas del puzzle son demasiado parecidas y ella tarda mucho en darse cuenta de que se ha equivocado al encajarlas. O mejor dicho, se ha equivocado en escoger un puzzle tan difícil como él. Pero es algo superior a sus fuerzas.

El partido termina y el jugador vuelve a mostrar esa sonrisa de superioridad. “¡No, por favor!, muéstrame una sonrisa dulce, cariñosa, una sonrisa donde me digas que no eres como la gente piensa. Que mereces la pena. Que puedo ser esa persona que buscas”.

La chica despierta de la ensoñación. La cabeza vuelve por fin a dominar sobre su corazón. Se levanta y se marcha tranquilamente mientras todos gritan y aplauden por la victoria.

¡Hasta el próximo partido!

miércoles, 24 de junio de 2009

HISTORIAS


El jugador ya ha llegado al campo. Mira a las gradas, que están llenas de un público que no para de vitorearlo. Están allí por él, porque él es el mejor BATEADOR de los últimos tiempos. Todos quieren ser testigos de cada una de sus acciones: sus compañeros le tienen envidia por su magistral forma de jugar, los chicos del público desearían ser la mitad de deseados que él y las chicas se encuentran en grupos esperando a dar sus acostumbrados suspiros de admiración cada vez que vean su CUERPO moverse al ritmo que el partido le marque.

Esto hace que él se sienta orgulloso y que su ego aumente a cada minuto que pasa. Se dispone a concentrarse para comenzar a jugar. Pero un aire nuevo acaba de llegar. Una chica acaba de confundirse entre el gentío para sentarse lo más lejos posible de los gritos histéricos de las demás. Esta mujer es la que ha provocado una MUTACIÓN en nuestro jugador: cada vez que la ve o que está cerca de ella el mundo del deporte y de los músculos más grandes dejan de ser cosas prioritarias en su vida. Ella es la única que nunca ha mostrado ese interés pegajoso e incómodo que las demás tienen por él. Incluso le mantiene la mirada, fría e imperturbable, sin pestañear ni una sola vez. Puede que esa naturalidad y autenticidad sean culpables de que él se haya obsesionado con ella.

El partido termina y él está feliz porque su equipo ha vuelto a ganar. Las gradas están revolucionadas. Pero su alegría se difumina al igual que la figura de la chica de sus sueños (o la chica que le quita el sueño), que se ha convertido en un PUNTO en la lejanía que se marcha majestuosamente hacia la puerta de salida.
(PARA PARAPANIPLAJO)

sábado, 20 de junio de 2009

OTRO CURSO QUE TERMINA

Definitivamente, segundo de periodismo ha terminado. Las clases y los exámenes han llegado a su fin y aún los síntomas de la cena de clase de anoche se sienten en el cuerpo. Otro año más. Un curso donde ha pasado de todo.

Intento pensar en el primer día de curso. Parece algo tan lejano… pero, a la vez, no es creíble pensar que han pasado nueve meses de aquello. “Un embarazo” donde no han parado de pasar cosas. Como todo proceso de gestación, no todo ha sido un caminito de rosas; pero lo importante es que hemos disfrutado de los 9 meses con la ilusión de cualquier madre primeriza que ve engordar poco a poco su cuerpo y que sabe que se debe a que otra vida crece en su interior.

Hay que reconocer que no todo han sido sucesos buenos, pero estos últimos son los que han predominado y con los que me quedo; porque lo mejor que tenemos es que sabemos disfrutar de cada pequeño detalle que nos ha ocurrido. Y que ir a la universidad se ha convertido día a día en una aventura donde cualquier anécdota se transforma en objeto de risas durante el resto de la jornada. Por todo ello, da pena terminar, da pena comprobar que el tiempo pasa demasiado rápido y que todo lo bueno dura poco. Y que cada vez queda menos para que la experiencia universitaria llegue a su fin.

Por eso, antes de que todo termine sin que me dé cuenta, quiero plasmar aquí mis alegrías ante el mundo diferente que he encontrado en la universidad. Porque en estos dos años que llevo ya aquí, he cambiado mucho… y creo que para mejor, porque he aprendido mucho de la vida (sobre todo, de las malas experiencias) y porque me he rodeado de gente estupenda de la que me siento orgullosa y de otros que, al no serlo tanto, me han hecho valorar mejor lo que tengo.

Feliz verano a todos.

lunes, 15 de junio de 2009

EGOCENTRISMO


Parece que el universo gira a nuestro alrededor. Nosotros estamos quietos y el mundo se mueve. ¿De verdad ocurre esto así o todo es producto de ese subconsciente que nos juega, a veces, malas pasadas y hace que tengamos ese complejo antropocéntrico?

Te sucede algo y te da la inmediata sensación de que al resto del mundo también le afecta ese cambio: planeas un viaje y, de repente, te llega una avalancha de noticias relacionadas con el lugar que vas a visitar o con el medio de transporte que tienes que utilizar; ves una película con la que te sientes identificado y que te deja esa sensación de "parece la historia de mi vida"; o escuchas un relato que se parece mucho a algo que te está ocurriendo en esos momentos.

A lo mejor, todo está en nuestra mente hiperactiva, que tiene que tener siempre algo entre manos para ocupar sus ratos muertos; o, a lo mejor, es que estás más receptivo y sensible a determinadas cosas (como cuando te haces un esguince y, a partir de entonces, notas que todos los golpes van a parar al mismo sitio) que para ti son recordatorio de que lo que te ocurre sucede de verdad.

Puede entonces que el egocentrismo no sea tan malo como lo pintan, siempre y cuando lo utilices en su justa medida.

jueves, 11 de junio de 2009

LA MADRUGADA

Son las 06:03 de la mañana. Acabo de guardar mis apuntes. Después de un enorme suspiro que casi hace que me caiga de mi asiento levanto la vista tras varias horas de estudio y unos cuantos cafés. Miro mi reflejo en el cristal de la ventana y noto que el dolor de ojos va acompañado de un leve color rojo. Decido dejar de mirarme y me percato de que la noche se está aclarando. Aún falta algo de tiempo para que amanezca, pero la noche ya no está tan oscura como la última vez que la miré. Me levanto y asomo la cabeza por la ventana entreabierta. “¡Ah, qué gusto!. Aire fresquito de una noche casi, casi, casi veraniega”. Ahora, me lamento por no ser fumadora. Un cigarrito en esos momentos, teniendo como única acompañante a la luna, sería el plan perfecto para una madrugada tan preciosa como ésa. Afuera, sólo se oye el piar de los pájaros más madrugadores. Acaba de pasar un coche, casi sin hacer ruido. “No te preocupes. Será nuestro secreto. No le diré a nadie que te he visto si tú también mantienes tu boca cerrada… o el tubo de escape, tu sabrás”. Vuelve de nuevo el silencio. Volvemos a estar la luna, los pájaros invisibles y yo. Hay que aprovechar el momento: viviendo en el centro de Murcia una no está acostumbrada a disfrutar de la belleza solitaria de la noche nocturna (bueno, cada vez más diurna). No sé si acostarme: dentro de dos horas sonará el despertador y entonces sí que me será imposible ponerme en marcha. Sin embargo, ahora mismo me siento con ganas de hacer de todo. La noche sigue y sigue aclarándose. ¿Espero un poco más? Hace tiempo que no veo amanecer; mejor dicho, hace tiempo que no observo cómo amanece. Son las 06:19 de la mañana… ¿qué hago?

miércoles, 10 de junio de 2009

IMAGINACIÓN

Cosas irreales suceden a tu alrededor. Mezclas personas en lugares y situaciones muy dispares y extrañas. Como si sacaras al príncipe de “Blancanieves” y lo pusieras a pelear junto a “Terminator”. No… ¡¡¡claro que no!!!: demasiado ficticio, no encaja en nuestra visión lógica de las cosas. Y ya no es sólo eso: aparte de que estos dos personajes no vayan unidos, tampoco pueden estar en tu mente (¿piensas en Terminator cuando no has visto ninguna de sus pelis? ¿Y en el príncipe de Blancanieves cuando ya no tienes edad de pensar en peliculitas de dibujos animados y, encima, cuando sabes que siempre fue el príncipe que menos te gustó? Háztelo mirar pronto).

Pero últimamente parece que tu cabeza se aburre, que no tiene suficiente con sus ocupaciones cotidianas, y le ha dado por imaginar: imaginas mientras duermes y mientras se supone que no duermes… y, en esta segunda opción, a veces se cuelan en tus escenas oníricas una melodía, una banda sonora que intenta conseguir animar un poco tu creación fílmica. Y entonces, mezclas escenas de tu vida real con escenas imaginadas. O, directamente, acontecimientos reales los modificas para que queden mejor en el estilo de película comercial que pretendes hacer. Tendrás que conseguir así que se convierta en éxito de taquilla, ¿no?. Puff, estás jugando con Fuego y no deberías hacerlo… ¡Déjalo sin amigos!.

Ya tienes un pequeño borrador de tu proyecto. Por ello, te sientas en el cine con tu enorme cartón de palomitas en la mano para ver la película dirigida y protagonizada por ti. ¿Crees que gustará a la gente?. ¿A lo mejor aburre un poco?. ¿El argumento no está ya muy visto?. ¿No has introducido nada original que pueda enganchar?...

Pues no sabría qué decirte para no hacerte sentir mal, pero creo que lo mejor que puedes hacer es dejar que las películas que te montas en la cabeza sigan estando ahí. O podrías buscarte otra mejor forma de entretenerte. O, también, deberías dejar de ir tanto al cine si ves que eso te afecta demasiado… perdona, me he tenido que reír. No dejas de sorprenderme. Eres una persona demasiado excéntrica. Quizá eso sea una de las cosas que más me gusten de ti.

lunes, 8 de junio de 2009

EL DESTINO

¿Existe el destino?, ¿somos nosotros mismos nuestro propio sino?, ¿o en realidad hemos inventado esta palabra para poder justificar de forma hipócrita nuestros errores?. Puede que cualquiera de estas opciones sea la correcta, aunque también podría ser que ninguno de los que piensen así lleve la razón.

¿No es la vida como un juego?, ¿no tiene bastante parecido con estas formas de entretenimiento que tantas horas y horas de vida nos pueden hacer perder? A lo mejor, lo que nosotros definimos como “destino” en realidad es un videojuego, uno de esos que tanto enganchan en cuanto los pruebas y que consiste en pasar y pasar pantallas, niveles de dificultad. Sí… a lo mejor ésta es la verdadera respuesta. Puede que nuestra vida se base precisamente en eso, en pasar niveles, que todos juguemos el mismo juego (el juego de la vida) y que eso haga que muchas situaciones que vivimos sean iguales o parecidas a las de otra persona.

Entonces… ¿qué es lo que nos diferencia?. Si todos estamos jugando a lo mismo ¿qué es lo que hace que nuestras vidas sean diferentes?. Pues sí, es verdad: nosotros mismos, nuestras tácticas de juego, conocer las trampas que hay en cada rincón de cada nivel; y sí, por supuesto, para tener esta sabiduría hace falta mucha práctica, muchas vidas perdidas en el camino, muchos “game over” con mal sabor de boca y que hubieran aparecido precediendo a nuestro pensamiento: “justo ahora que estaba a punto de pasarme esta pantalla tan difícil… ahora tendré que volver a empezar”… ¡Exacto! Volver a empezar. Eso es lo más difícil: conseguir recordar todo lo que ya habíamos vivido para intentar no volver a equivocarse en los mismos sitios. Porque, a pesar de ir con el máximo cuidado, de haber sido una persona precavida y haber conseguido todas las vidas posibles, cuando menos lo esperes puede aparecer "uno de los malos" al que tendrás que eliminar para poder seguir avanzando… y si aparece demasiado de sopetón, puede conseguir que tengas que empezar otra vez. Tienes que ser más rápido y más audaz.

Llegado el momento, después de mucho tiempo obsesionado con el juego, un estado de excitación puede hacerte creer que lo tienes dominado, que ya estás en la última pantalla y que te queda muy poco para pasártelo. Y puede que sea así, puede que lo consigas, a lo mejor llegas a la meta después de muchos esfuerzos y muchas horas seguidas jugando. Pero no olvides que esos estados duran poco, que tras los subidones de adrenalina vienen los bajones y que, si es difícil llegar a la cima, mucho más difícil es mantener un listón tan alto mucho tiempo.

lunes, 1 de junio de 2009

TU NOCHE ESPECIAL


Suena la melodía.
De forma contagiosa no puedes dejar de moverte al ritmo que ella te marca.
Algo inusual se apodera de tu cuerpo.
Te encuentras rodeado de gente desconocida y ves que nadie te mira.
Bueno… “yes, yes, yes”.
Alguien se ha dado cuenta de tu cambio de actitud y te conviertes en el centro de atención.
Pero no te importa.
La música ya te ha enganchado.
Y te ríes al verte de refilón en uno de los espejos.
“You give me a reason to live” (“me das una razón para vivir”): la frase no podía ser más acertada en esos momentos. La música te hace sentir más vivo que nunca.

Te subes a la barra para que los que se encuentran más alejados de ti puedan verte.
Ése no puedes ser tú.
Tú nunca harías algo así… pero al final va a resultar que sí, que eres tú.
“They don´t know what love is” (“ellos no saben lo que es el amor”, y tú has descubierto que te quieres a ti mismo más de lo que imaginabas… ¡bienvenido al club!).

No tienes ni una sola gota de alcohol en el cuerpo, pero actúas como si así fuera.
Hoy vas a olvidarte de ser esa persona llena de responsabilidades que siempre se preocupa en comportarse de la forma más políticamente correcta posible.
La gente ríe y aplaude.
Pero todo eso vuelve a ser algo que no te quita el sueño.
Lo único primordial es que son testigos de que te sientes vivo.
Deberían unirse a tu fiesta.
Quien lo haga no se arrepentirá.
Y parece que ya hay más de uno que está dispuesto a hacerlo.
“YOU CAN LEAVE YOUR HAT ON”… sí, déjate el sombrero puesto para taparte la cara y que nadie descubra quién es el responsable de haber revolucionado a todo el personal.