"Todos los LUNES compartiendo mis sueños y pensamientos contigo"

lunes, 26 de enero de 2015

Y TODO LLEGA


Nos pasamos la vida esperando a que llegue algo. Los lunes contamos los días y las horas para que llegue el viernes. Los viernes, planeamos lo que vamos a hacer el fin de semana... Soñamos con todo eso que nos gustaría poder hacer en nuestra vida y que, por un motivo u otro, tarda en llegar.

Nos pasamos la vida planeando cómo vivirla y al final, lo único que hacemos, es dejar que pase. Sin ese aliciente que nos haga cambiar, sin ese ‘click’ que nos ayude a darnos cuenta de que merecemos vivir de otra manera, como si ese día fuera el único.

Alguien me dijo una vez que vivir la rutina nos hace ser como los cerdos. Ellos comen, duermen, hacen sus necesidades… y así una y otra vez, haciendo que todos los días sean iguales.

Y nosotros, ¿que? Esperando a que pase algo y cuando al final el destino caprichoso hace que eso llegue, siempre cuando menos lo esperas, ¿Qué pasa ahora?

¿No era esto lo que querías? Sí, sabes que sí, pero no te sientes satisfecho. ¿Por qué no te paras y lo disfrutas? Saborea las mieles del éxito. Siente el pulso de tu corazón golpeando cada milímetro de tu cuerpo. Sonríe y respira hondo. E intenta atrapar esa sensación el máximo tiempo posible.


Porque pronto pasará. Y habrá otra cosa que vuelvas a desear, o algún otro ‘reconcome’ enturbiará tus pensamientos. Y el proceso de espera volverá una y otra vez a comenzar.   

lunes, 19 de enero de 2015

AMOR INTERMITENTE


Hoy te he vuelto a ver. No sé por qué, pero algo me decía que este día era especial y que nuestros destinos harían que volviéramos a encontrarnos. Tu sonrisa transparente me ha vuelto a iluminar el día. Tu intensa mirada ha hecho, de nuevo, que me lata el corazón con fuerza. Tu profunda voz ha conseguido que me sintiera a salvo, en casa, protegida por tus fuertes brazos.

Es una locura, lo sé. Nuestros encuentros esporádicos son tan impredecibles… Solo me queda la esperanza de saber que ese día, por una fuerza irrefrenable, llegaremos a la misma vez al lugar de nuestras citas. Que si tú sales antes de lo previsto, tu ascensor tardará más de lo normal en llegar porque tu vecina ha vuelto a quedarse de charla con otra dejando la puerta abierta. Que yo no dejaré que la alarma de mi despertador vuelva a sonar 5 minutos después. Que bajaré corriendo las escaleras del metro para conseguir entrar dentro del vagón en el último segundo, cuando las puertas ya se están cerrando intentando dejarme aprisionada…


Y te veré de nuevo sentado, escuchando tu música, ensimismado en tus pensamientos. Y te observaré a hurtadillas unos segundos, sintiendo que invado tu intimidad, intentado adivinar algo más de esa vida tuya que apenas conozco. Y entonces levantarás la cabeza y me saludarás con tu preciosa sonrisa. Me harás hueco a tu lado, invitándome a sentarme junto a ti y, si ese día no puedes, tú te levantarás para ir hasta mi encuentro, para poder dedicarnos unas breves palabras que, aunque oídas desde fuera pueden parecer banales, para mí serán mi aliciente durante todo el día. Incluso hoy, aunque los expertos hayan bautizado este día como el más triste del año.    

martes, 13 de enero de 2015

EL ARTE DEL DISIMULO


Se dice que muchas veces hay que dejarse llevar, no comerse la cabeza y disfrutar de lo que te apetezca en ese momento. Pero no siempre es así, y la cabeza tiene que hacer su función de vez en cuando. Porque es difícil tener la misma amistad de antes con ese amigo que llegó a ser más que eso... ya no podrás bromear de la misma manera con un compañero de trabajo con el que intimaste en una cena de empresa... ya no podrás volver a confiar en la persona que te traicionó, aunque os unan lazos de sangre.

Pero la sociedad del siglo XXI es la sociedad en la que la hipocresía está a la orden del día. Aunque, en esta ocasión, yo prefiero definirlo como 'disimulo'.

Hay que volver a saludar al compañero y tener conversaciones banales con él (aunque, en esta ocasión, siempre que haya una tercera persona presente); las reuniones familiares tendrán que volver a ser sosegadas y pacíficas, aunque la tensión entre esa persona desleal se corte con un cuchillo. Y el amigo... ¡ay el amigo!... bueno, eso es un tema más complicado. Habrá que dejar que pase el tiempo y volver a tener una buena relación con él; aunque, eso sí, evitando temas que tengan que ver con las relaciones amorosas que tenga cada uno.


Porque el disimulo es así: fingir que no ha pasado nada, pero saber que ha pasado todo. Que cuando las cosas no se hablan, cada uno las interpretará a su manera (y, normalmente, se suele imaginar peor de lo que en realidad es). Porque el siglo XXI prefiere comunicarse con emoticonos en WhatsApp, un 'Me gusta' en Facebook o un 'Marcar como Favorito' en Twitter. Porque nos acobardamos cuando se trata de poner las cosas claras y encima de la mesa. Porque es mejor escudarse en un 'nunca ha pasado nada' o un 'lo que pasó en... se queda en...'.

viernes, 9 de enero de 2015

AÑO NUEVO


La resaca de las fiestas aún no nos ha abandonado del todo. Año nuevo, vida nueva… pero, en realidad, no. Todo vuelve a la normalidad, la rutina del día a día, el frío que te hace añorar la comodidad del sofá y la manta de tu casa. Hay que intentar tener de nuevo la mente despejada para rendir en el trabajo (o en los estudios)… e incluso los menos afortunados también tienen que empezar, de nuevo, a plantearse su presente y su futuro más inmediato: ¿qué hago con mi vida? Tengo que volver a empezar a mandar currículums, hay que enfrentarse a nuevas entrevistas de trabajo… pero bueno, eso es otro tema.

Ahora toca pensar en positivo. Hacer la predecible lista de propósitos de año nuevo: ir al gimnasio, ¿pero cuándo, si no tengo tiempo?... Los idiomas, la eterna asignatura pendiente... Ser mejor, hacer mejor las cosas, no ser tan caótico… bueno, que la lista podría ser interminable.

Mi entrada de hoy forma parte de uno de mis propósitos de año nuevo. Si uno sabe organizarse, tiene tiempo de hacer muchas más cosas de las que imagina. Y aunque ahora mi vida (gracias a Dios) es mucho más ajetreada que en otras ocasiones, encontrar un ratito a la semana para escribir en este rincón, que creé hace ya más de 6 años, es una de mis prioridades. 

Porque escribir es mi pasión, mi modo de sacar lo que hay dentro de mí. Es la forma de sentirme mejor y contribuir en algo, por muy pequeño que sea, a esta sociedad del siglo XXI. Porque no puedo dejar de hacerlo y porque tampoco quiero. Porque es una necesidad vital para mí. Y porque (cómo no), hay que aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías, de este mundo de los blogs que hace que gente de cualquier parte del mundo te lea, empatice contigo, se sienta identificado. 

Porque a veces, sentir que no estás solo y que aunque sea solo una persona más siente, piensa o le sucede lo mismo que a ti, puede ayudarte bastante. Y además, como dicen en la película ‘The Imitation Game’: “A veces, la persona que nadie imagina capaz de nada, es la que hace cosas que nadie imagina”.