"Todos los LUNES compartiendo mis sueños y pensamientos contigo"

martes, 31 de marzo de 2015

DUDAS EXISTENCIALES


“No sé lo que siento. Por un lado, creo que es la persona más increíble que he conocido nunca. Es un buen amigo y lo veo como un hombre. La amistad ha crecido tanto entre nosotros que, cada vez que lo voy conociendo más, veo en él las cualidades que me gustaría en una pareja. Que puede q sea él, puede que no lo sea... pero, al menos, me está sirviendo de aprendizaje para saber lo que busco en un futuro novio/marido/hombre de mi vida. Sé que he tenido muy mala suerte al fijarme en chicos y, por primera vez, siento que no es así.
Por otro lado, como siempre, tengo que sacar mi vena negativa y veo las cosas malas. Me he dado cuenta de que siempre me he peleado conmigo misma para intentar quitarme a los hombres de la cabeza. Siempre me fijaba en lo malo, incluso antes de que ocurriera.
Con esta persona, sin embargo, me he dado cuenta de que lo malo es tan poquito que algo muy gordo tendría q hacerme para que eso gane a todo lo bueno que ya me da y ya veo en él.
Pero a pesar de todo, los problemas ahí están. Y sé que el está a gusto aunque, a la vez, le cuesta. Sé que tengo q tener paciencia... pero no quiero mal acostumbrarlo a que él sea siempre el que espere a que yo mueva ficha”.

Y las dudas se disiparon. El tiempo puso las cosas en su lugar. Y ella, cabizbaja pero contenta, volvió de nuevo a su mundo, del que nunca debía haber salido. Porque todo pasa por algo y cada cual tiene que estar en su lugar.

lunes, 23 de marzo de 2015

¿QUIERES SER MI AMIGO?


¡Qué fácil es todo cuando eres pequeño! Con una pregunta muy sencilla, podías ser siempre el amo del recreo... o del parque. Esa pregunta que parece tener una respuesta tan fácil. Una frase que nadie ha inventado hoy, que existe desde el principio de los tiempos. Sí, todo muy fácil. ¿Quieres ser mi amigo?

Pero las cosas cambian cuando crecemos. Nos complicamos la vida y, ahora, las frases y las preguntas que antes eran tan sencillas ya, directamente, nos da miedo hacerlas. ¿Por qué? ¿Qué es lo que hace que la vida, de un día para otro, sea tan diferente?

Muchas puedes ser las razones. Podríamos estar días elucubrando sobre el tema. Pero, lo que está claro es que también tiene que ver con el hecho de que al hacerte mayor, las respuestas de los demás parecen importarte más. O simplemente no quieres decir algo sin pensar y luego arrepentirte porque las implicaciones son diferentes.

Porque cuando eres pequeño, ¿qué significa la amistad? Cuando un niño le pregunta a otro si quiere ser su amigo, solamente le está pidiendo que sea su compañero de juegos en el tiempo libre en el colegio o en la guardería; o en el parque, al que te llevan de vez en cuando tus padres o tus cuidadores para que pases el tiempo en los columpios o en los toboganes. Por eso y en el peor de los casos, si la respuesta de la otra persona es que 'no', te conformas con entretenerte tú mismo, en tu soledad, inventando amigos imaginarios o hablando solo. Porque tampoco necesitas a nadie que te escuche.

Pero todo cambia cuando creces. Al madurar ya no vas al parque a jugar ni a inventarte historias ni a escucharte a ti mismo. La edad hace que ahora ya sí necesites a otra persona a la que escuchar, que te oiga, que te dé consejos. Necesitas ese o esa confidente con la que sentir que sois almas gemelas, que tenéis algo en común.


Eso hace que ya la respuesta negativa te importe más porque la pregunta encerraba muchas otras cosas. Estás preguntando que si esa otra persona quiere ser parte de tu vida, compartir tus mejores y peores momentos. Por eso y para no exponerte demasiado... mejor no hacer preguntas ¿o no?

lunes, 16 de marzo de 2015

EL PASADO QUE NO VUELVE


Vuelvo a la estación. Esa en la que hace ya algún tiempo los dos estábamos juntos, esperando sentados en un banco. Hablando. Charlando mientras nos mirábamos fijamente a los ojos, como si quisiéramos leernos el alma. Riendo por cualquier cosa, cómplices de la forma en la que vemos el universo. Era nuestro hogar habitual de encuentro, donde esperábamos al último tren antes de nuestra inevitable separación hasta la próxima quedada.

Hoy el destino me ha traído de nuevo aquí, sola, sin ti. Y la congoja me ha agarrotado el corazón. Me hubiera encantado que hubieses aparecido, haberte sentido otra vez pegado a mí mientras nos abrazábamos. Haber visto tu sonrisa que lo ilumina todo. Que me hubieras hecho de nuevo reír. Que siguieras compartiendo tus secretos conmigo, lo que te inquieta y te perturba. Que el tiempo no hubiera pasado. Que nunca te hubieras ido. Que te hubieras atrevido a estar conmigo. Que nuestros días de quedadas no fueran ya un lejano recuerdo.
Pero un día decidiste huir. Cuando ya te habías cansado de luchar contra ti mismo y tus sentimientos. Elegiste desaparecer sin dejar rastro, como si nunca hubieras existido, como si todo hubiera sido siempre un bonito y largo sueño.


Pero volver a sentarme en nuestro banco, volver a mirar a mi alrededor y ver todo lo que antes nos cautivaba me ha hecho pensar en ti. Notar tu presencia como si fueses un fantasma. Recordar todas las cosas bonitas que me diste y me hiciste sentir.

lunes, 9 de marzo de 2015

EL RELOJ QUE NO MARCA LAS HORAS

¿Y si no hubiera un reloj para medir el tiempo? La vida es un continuo ir y venir: nervios, prisas, empujones, gritos, carreras… Sin parar, nos vemos esclavizados por llegar a un sitio a una hora determinada. Miramos el reloj para ver el tiempo que queda para que termine nuestra jornada laboral, nos ponemos nerviosos ante el innegable agonioso ‘tic-tac’ que suena excesivamente lento cuando esperamos a una persona importante.

Pero, ¿qué ocurriría si no tuviéramos un reloj? ¿Si el móvil quedara olvidado en un lugar lejano al que no puedes regresar, al menos, hasta que pasen unos días? El estresante agobio que te atenaza el cuerpo al no saber la hora que es, si deberías estar haciendo otra cosa más importante, si llegarás a tu hora a la cita convenida.
Hubo un tiempo en el que la gente solamente necesitaba saber si se había ocultado ya el sol o si había amanecido. Ahora, el control de las nuevas tecnologías hace que tengas que saber al detalle lo que haces cada segundo, como si de verdad algo primordial dependiera de ello.


Relájate. Relájate y disfruta. Mira por la ventana y observa el paisaje. Empápate de lo que ves a tu alrededor. Espía a los desconocidos que tienes al lado siempre y cuando puedas sacar algo de provecho de su comportamiento. Deja el reloj, deja el móvil y no olvides que no  hace mucho tiempo éramos seres libres que podíamos desaparecer durante unas horas sin que tu ser querido más cercano tuviera que llamar a la policía.

lunes, 2 de marzo de 2015

RECONÓCELO



Reconoce que te preocupas por mí y que piensas cada uno de los pasos que das por miedo a mi reacción

Reconoce que te quedas parado, esperando a que sea yo la que te busque, porque no soportarías sentirte rechazado

Reconoce que te importa lo que siento y que, en el fondo, no saber si te correspondo te bloquea, a veces, a la hora de actuar

Reconoce que piensas en mí y que una sonrisilla tonta aparece en tu hermoso rostro cada vez que lo haces

Reconoce que sueñas conmigo despierto y que, por eso, dormir se ha convertido para ti en un antiguo vicio que ya pocas veces haces

Reconoce que te gustaría ser capaz de atreverte, de hacer locuras simplemente por demostrarme lo que sientes por mí

Reconoce que te enfurece ser tierno porque crees que es un síntoma de debilidad… y es tu lucha interna constante

Reconoce que tienes miedo a sentir, a vivir, porque siempre es más cómodo dejarlo todo pasar

Reconoce que no puedes estar sin mí, incluso cuando desapareces y no me buscas durante un periodo de tiempo

Reconoce que crees que siempre te esperaré a que llegue tu tiempo y tu momento

Reconoce que cada vez que me miras tan intensamente estás deseando no tener miedo y lanzarte a besarme 

Reconoce que te mueres por mí, que sientes tu corazón cómo palpita cada vez que me ves 

Reconoce que me quieres, porque eres feliz simplemente por el hecho de saber que yo lo soy


Reconoce que odias amarme, porque sabes que soy la persona que siempre quisiste en tu vida