"Todos los LUNES compartiendo mis sueños y pensamientos contigo"

lunes, 16 de febrero de 2015

AMOR-ODIO POR CHRISTIAN GREY

Parecía que nunca sucedería. Después de meses y meses de expectativas con el casting, con el rodaje, con los detalles de la adaptación cinematográfica de la trilogía… Ya ha llegado a los cines la primera entrega de ’50 sombras’… (cómo no, batiendo todos los récords de taquilla y, cómo no, acompañada de un aluvión de críticas nada positivas).

¿Pero es que acaso alguien esperaba algo más? ¿Hay algún alma cándida que creyera que se iba a encontrar con una obra maestra? ¿Merecedora de no sé cuántas nominaciones a los Oscar? Pues claro que no. Y tanta hipocresía me pone enferma.

La gente indignada tacha a la película de esto y de aquello, como si desde un principio hubieran esperado algo más de lo que, en realidad, esta ¿obra? se merece. Porque de un best-seller en el que la calidad literaria brilla por su ausencia, ha salido una película del montón (porque sí, podría haber sido mucho peor). Así que E.L. James debería dar las gracias. Porque la adaptación a la gran pantalla suaviza y dulcifica la idea descabellada que esta ama de casa con ínfulas de escritora considera lo que es un hombre perfecto que cubra las fantasías de cualquier mujer.

Porque a mí ya me puede venir Grey, Dorman o Brad Pitt en persona que si se pone a decirme lo que tengo que hacer, cómo tengo que vestir, lo que tengo que comer y con quién me tengo que relacionar… lo dejo encerrado a solas en su cuarto de juegos para que se entretenga él solito con todo lo que tiene ahí metido.

Y ¡ojo! Que no me meto con sus gustos. Que cada uno en su cama (o en donde quiera) puede hacer lo que le plazca. Pero ¿qué sentido tenemos del romanticismo, o incluso simplemente de la sensualidad, si permitimos que un tío rico y manipulador te haga regalitos carísimos cada vez que te desnudas y dejas que te haga lo que quiera? A mí se me quitarían las ganas de tener intimidad con él. Y encima, si en lugar de eso el ricachón le regalara dinero, esto parecería una versión de Pretty Woman a lo cutre.

Pero no, en la versión dulcificada parece otra película romántica para adolescentes más que intenta disfrazarse de cinta ¿erótica? Pretende ser un ‘9 semanas y media’ y no llega ni a ‘Crepúsculo’ (aunque, al menos, el actor es mucho más apetecible de mirar que Robert Pattinson… y de que te mire).

Pero que no nos engañen: aunque la chica se pase más de la mitad de la película desnuda y el actor esté ‘para entrar a vivir’ (últimamente oigo mucho esta expresión y no he podido resistirme), esta pareja tiene más poca química que en lugar de pasión parecen sentir sufrimiento. Será a lo mejor por eso que les gusta el sado.

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