"Todos los LUNES compartiendo mis sueños y pensamientos contigo"

martes, 16 de febrero de 2010

EL HOMBRE DE MI VIDA

Intento hacer memoria y no recuerdo la primera vez que lo vi, ni lo que pensé de él, ni lo que sentí al verle. Supongo que eso quiere decir que para mí simplemente era una persona más, como cualquiera con la que te cruzas por la calle y no le das importancia. Muchas veces después de conocernos he intentado pensar, me he estrujado la cabeza pretendiendo recordar cuándo fue la primera vez que nos vimos, si nos miramos o si ni siquiera nos dimos cuenta de nuestra mutua presencia. Ahora solamente tengo ráfagas, momentos en los que lo vi con sus amigos, riendo, bailando, bebiendo en un bar o en una discoteca. Cuando pienso en esos momentos me gustaría mirar a ese chico y decirle: “tú y yo terminaremos estando juntos”. Seguro que se hubiera reído. Y ya no sólo porque todavía no nos habíamos ni dirigido la palabra, sino porque era algo absurdo. Él y yo. No había nada en lo que pudiéramos fijarnos el uno en el otro.

Pero llegó el momento. El principio de todo. Una de las noches más importantes de mi vida. Esto también es algo absurdo si tenemos en cuenta que, como en ese momento no significó nada para mí, no tengo recuerdos sólidos de ese encuentro. La primera vez que hablamos. No recuerdo el motivo por el que me habló, y él se acuerda de las cosas mucho menos que yo. Ya sabes cómo es. Creo que fue por culpa de un amigo común con el que me puse a conversar. Él se metió por el medio y dijo algo que no recuerdo en absoluto. Seguro que no tiene importancia lo que dijo. Lo que realmente es importante es lo que sentí en ese momento. “Ya está el típico chulito que necesita oírse a sí mismo y comprobar lo simpático y gracioso que es”.

A partir de entonces coincidimos mucho más en las fiestas. Cada vez que me veía no paraba de hacer malabarismos: que te invito a una copa por aquí, que te acompaño a casa por allá, que nos vemos el sábado que viene… y una fuerza sobrenatural en mí fue cambiando. “No entiendo cómo me puede caer bien el payaso éste”, era lo que pensaba.

Pero mi lucha interna no podía ser eterna. Terminé reconociendo que lo había conseguido. Que al final, tanto como le repetí la frase “si piensas que conmigo van a funcionar tus jueguecitos de seducción lo llevas claro”, se había vuelto contra mí. No sólo habían funcionado, sino que me pasaba la semana entera contando los minutos que faltaban para volver a verlo, rememorando cada frase y cada broma que nos habíamos intercambiado. El resto de la historia, ya lo sabes, hijo mío. Tu padre y yo te la hemos contado mil veces. Cómo empezamos a salir, cómo nos casamos, cómo te tuvimos… pero nunca te había contado que antes de tomar la decisión de estar juntos, di muchas vueltas y mareé mucho a tu padre. Creía que cuando apareciera el hombre de mi vida una señal me revelaría quién era. Que el mundo entero se pararía y solamente el hombre que siguiera en movimiento sería el mío. Pensaba que sonaría una música de fondo que me ayudaría a adivinar que por fin lo había encontrado. No me imaginaba que mi príncipe azul tan sólo se encontraba cada sábado a un par de metros de distancia, esperando a que se diera la situación adecuada para entrar en mi vida y ponerla patas arriba.

sábado, 6 de febrero de 2010

21 RAZONES PARA SER FELIZ

- Porque estar de Erasmus es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida

- Porque estoy en la época adecuada para ser capaz de quererme más

- Porque por fin me siento orgullosa de mí misma

- Porque he conseguido conocerme mejor

- Porque las malas experiencias han hecho que me haga más fuerte

- Porque estoy aprendiendo poco a poco a ser menos cobarde en muchos aspectos

- Porque he comprendido que no todos somos iguales y que hay que ser más tolerante

- Porque estoy consiguiendo aceptar mis defectos e intentar corregirlos

- Porque he descubierto que tengo virtudes que nunca hubiera imaginado

- Porque la distancia ha hecho que me percate de lo que de verdad merece la pena

- Porque tengo algo más claro lo que quiero conseguir en un futuro no muy lejano

- Porque intento aprender de los errores y no lamentarme tanto por el pasado

- Porque quiero disfrutar al máximo del presente

- Porque sé mejor con qué gente puedo contar realmente y para qué

- Porque cada persona que estoy conociendo me aporta algo distinto

- Porque ya no me lamento tanto por los que ya no forman parte de mi vida

- Porque he aprendido que hace daño quien puede y no quien quiere

- Porque he visto que una puñalada te puede llegar de quien menos esperas. Pero también, quien menos esperas, te puede demostrar lo mucho que vale

- Porque he conseguido que mis seres queridos se sientan orgullosos de mí

- Porque celebro mi cumpleaños en un nuevo entorno

- Porque la gente que me acompaña, aunque ha entrado en mi vida hace poco tiempo, es como si formaran parte de ella desde siempre