PRESENTE VS PASADO

Ahora, viendo las cosas con calma y en frío, es cuando lo he comprendido todo. Puede que a veces sea bueno esperar a que la propia vida te dé las respuestas a tus preguntas.

Cuando ayer por la mañana me disponía a coger mi querido autobús número 44 no me imaginaba que un simple reencuentro me iba a hacer tanto daño. Es como cuando alguien descubre la cicatriz que tantos años llevas tatuada en tu piel (la cual ya habías olvidado) y te encuentras en la obligación de rememorar ese oscuro capítulo de tu vida que tanto deseas borrar. ¿Por qué hay que martirizarse con algo que ya no tiene remedio, algo de tu pasado que siempre te torturará por el resto de tu vida?.

Ahora, me doy cuenta de que en ocasiones es bueno acordarse de lo malo, de los sufrimientos y dolores pasados, para poder así disfrutar de los buenos momentos del presente. Reencontrarte con tu pasado doloroso sirve para estar feliz y sentirse orgullosa del presente que tienes, ver como terminas conociendo a gente que de verdad merece la pena y que están a tu lado, con su sonrisa, sus bromas, sus abrazos, sus besos…a todos ellos quiero darles las gracias.

A los que conozco desde hace mucho tiempo, les tengo que agradecer la cantidad de años que han estado conmigo, aguantándome en los buenos y no tan buenos momentos. Yo también he intentado siempre apoyarlos en todo.
A los demás, mis maravillosos periodistas, daros las gracias por este primer curso de universidad que me habéis hecho pasar, porque sin vosotros ir a clase no tendría sentido, porque los recreos siempre me llenan de vida, porque estar con vosotros y hablar de cualquier cosa insignificante es para mí lo más grande del día, porque al conoceros he descubierto que existe gente con una bondad infinita que de forma sana envidio profundamente…

Creo que no puedo decir nada más que ya no sepáis, así que me despido de vosotros y os deseo lo mejor. Nos vemos este verano. Muchos besos.