lunes, 27 de abril de 2015
EL DÍA SIGUIENTE... LA RESACA
Dicen
que “después de la tormenta, siempre llega la calma”. Y es verdad. Lo mismo
pasa con el temido ‘día siguiente’. Has pasado un día o una noche mágicamente
increíble y especial. Es un momento que sabes que permanecerá en tu recuerdo
mucho tiempo. La tormenta ha sido como un volcán en erupción con consecuencias
positivas.
martes, 21 de abril de 2015
NO TE ARREPIENTAS
No
te arrepientas de tus decisiones siempre que las tomes con el corazón; ante la
duda, tu intuición siempre será la mejor consejera que puedas tener
No
te arrepientas de necesitar momentos de soledad; uno también tiene que estar
consigo mismo para reflexionar sobre qué quiere ser y cómo debe actuar
No
te arrepientas de entregar tu corazón incluso a esas personas que te demuestren
no merecerlo; son muestras de que eres alguien íntegro que merece ser amado
No
te arrepientas si a veces te emocionas y no puedes evitar llorar o que se te
erice la piel; solo son síntomas de que tienes sentimientos y amas la vida
No
te arrepientas de sentirte dolido cuando te traicionan; tu esfuerzo merece la
recompensa de que te traten como tú lo haces
No
te arrepientas si alguna vez piensas en otra persona antes que en ti; eso
significará que es alguien que tienes que mantener en tu vida
No
te arrepientas de comportarte como un niño; porque en la vida también se
necesita ese puntito de locura que te demuestre que eres capaz de luchar por lo
que quieres
No
te arrepientas de madurar; es algo complicado y doloroso que, a la larga,
agradecerás porque es necesario y te hará mejor persona
No
te arrepientas de hacer realidad sueños con los que nunca soñaste; la realidad
hace que te des cuenta de que tus deseos iniciales no eran los adecuados
No
te arrepientas de alejar de tu vida a personas que fueron muy importantes; si
tomas esa drástica decisión será porque son gente tóxica que no merecen tenerte
No
te arrepientas de dejarte llevar por tu primer impulso; a veces, las primeras
impresiones son las que hacen decidir el resto de tu vida
martes, 14 de abril de 2015
NO TE QUEJES, ¿NO VES QUE ERES UN PRIVILEGIADO?
Desperdiciamos la vida entera quejándonos
siempre de todo: si no tenemos amor, porque estamos solos, si estamos con
alguien, porque nos agobian y no nos dejan nuestro espacio, si no tenemos
dinero, porque no podemos comprar lo que queremos, si lo tenemos, porque no
tenemos tiempo para gastarlo… Si somos morenos, queremos ser rubios, si tenemos
menos de aquí, queremos más de allá… Y viceversa.
Pero ¿y si fuéramos honestos? Somos
privilegiados. Vivimos en el primer mundo, donde tenemos un techo donde
cobijarnos, comida caliente que llevarnos a la boca, calefacción, aire
acondicionado…
Pero incluso en el primer mundo, muchos
pasan penalidades. Menos mal que hay gente buena que ama ayudar al prójimo y lo
demuestra, por ejemplo, repartiendo comida a gente muy necesitada.
El inicio de año me dio un regalo. Conocí a
una de estas personas que ayudan a los demás, José, un voluntario que decía
sentirse privilegiado por ayudar a la gente. Hasta ahí todo normal, una buena
persona simplemente. Pero lo más emocionante es pensar que este joven es un
discapacitado intelectual que, sin embargo, me demostró ser mucho más listo que
la mayoría de las personas consideradas ‘normales’.
“Ayudar a los demás me hace sentir una persona
importante para la sociedad y para uno mismo. Ese es el tesoro que tenemos las
personas: ayudar a aquel que lo necesita, pagar con la misma moneda. Esto es una
experiencia y quiero hacer un llamamiento para que hagamos algo para que las
personas sin recursos tengan una vida digna, como se merecen, que no estén ni
en las calles ni debajo de los puentes… y que tengan calefacción”, me dijo.
“Tenemos muchísimo
que dar”, concluyó. Y yo, lo único que sé después de conocerlo es que de mayor
quiero ser como José: una persona noble que se siente muy afortunada de la vida
que le ha tocado vivir. Porque cada una está llena de algunos pequeños baches y
de innumerables buenos momentos.
lunes, 6 de abril de 2015
LAS DULCES AMARGAS DESPEDIDAS
La melancolía es esa maravillosa horrible sensación
de recordar lo que una vez viviste. Esa gran experiencia del pasado que te
ayuda a ser mejor persona en el presente, a madurar en el futuro…
Pero la añoranza hace que ese nudo que se te
atraganta en el estómago forme ya parte de ti. Un nudo que se acrecienta cuando
regresas a esos “lugares, trabajos, personas”… familia. Porque lo mejor de las
vacaciones es volver con los tuyos, visitar a los que un día no muy lejano
formaron parte de tu vida y contribuyeron a que fuera una de las etapas más
bonitas (por el momento)... Y comprobar que para ellos sigues estando muy
presente, en su recuerdo, que te nombran casi a diario y que te tienen casi
tanto cariño como el que tú les tienes a ellos. Y, por unos minutos, vuelves a
sentir como si el tiempo no hubiera pasado y como si nunca te hubieras ido.
Pero la despedida llega de nuevo, con una sensación
menos desalentadora por comprobar lo mucho que te estiman… un cariño
correspondido que se mantiene. Y tienes a tu familia para celebrar ese
reencuentro, disfrutas de unas horas preciosas, como nunca antes habías vivido.
Ríes, lloras de emoción, te abrazas y te besas con los tuyos, disfrutas de sus
sonrisas y de su alegría… Porque, como diría Toulouse-Lautrec en la película ‘Moulin
Rouge’, “lo mejor que te puede suceder en la vida es que ames y seas
correspondido”.
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