Son las 4:48 a.m. de un reciente viernes y 3 nerviosas chicas se disponen a subir en el autobús que les llevará hasta Sevilla. Arriba las espera la 4ª amiga. Ya están todas juntas, preparadas para la gran aventura. A todos los jóvenes del vehículo se les ve cansados, excepto a los dos pesados que se sientan, cómo no, detrás de Alba y de mí; pero, tras dos largas horas, los dos chicos, con el chíquili para arriba y chíquili para abajo, se han quedado dormidos, permitiendo así que todos los demás puedan descansar de forma más placentera.
Parece que el momento nunca llegaría pero sí; por fin lo podemos decir: son las 11 de la mañana y ya estamos entrando en la preciosa capital sevillana. Todo se ve tan diferente, tan especial... Desde nuestra habitación podemos ver parte de la Plaza de España. Estamos en un lugar de lujo.
Vamos paseando poco a poco, contemplando todo lo que nos rodea. Las distancias son más cortas de lo que nos habíamos imaginado y, por eso, después de comer nos concedemos el gusto de poder tirarnos en el césped que hay a la orilla del río Guadalquivir. Con los ojos cerrados, escuchamos el hermoso y encantador acento sevillano que nos hace desear trasladarnos a vivir allí. Además, cerca de este lugar se encuentra la redacción de "El Diario de Sevilla"... ¡ya tenemos un lugar en el que intentar trabajar!. Cuando al fin nos sentimos con fuerzas para seguir, con gran sorpresa nos encontramos con mucha gente de nuestra edad que va por la calle. Y es que claro, con el día tan hermoso y caluroso que hace, sería un crimen quedarse encerrado entre 4 paredes.
Al día siguiente, nos espera el Parque de los Príncipes, con esa vegetación tan extraordinaria que te hace creer estar en un mundo de ensueño. Tras esto, seguimos recorriendo despacito pero sin pérdida de tiempo toda Sevilla, rodeadas de ese arte andaluz y esa simpatía que a mí personalmente me hace dudar en la posibilidad de que sean capaces de enfadarse de verdad. Todos, absolutamente todos con los que nos cruzamos, muestran una amabilidad con nosotras impresionante. Hasta en el autobús, todos están pendientes de nosotras para que nos bajemos en la parada correcta.
Después de una noche entera de discoteca en discoteca, conseguimos levantarnos el domingo antes de las 12 para abandonar la habitación y ver lo único que nos falta y lo más importante: la Catedral con su imponente Giralda. Después, mientras nos dirigimos hacia la puerta del hotel para esperar al autobús que nos llevará de regreso a Murcia (a la Región de Murcia, perdón, que no quiero que la cartagenera se enfade), nos cruzamos con una de las personalidades más famosas e importantes que Sevilla nos ha dado: nuestro querido "Paquirrín" (¡qué hermoso que es!), acompañado de una "rubia".
Ha sido un viaje muy corto, pero también muy intenso. Compartirlo con vosotras 3 ha hecho que sea más especial e importante para mí y que cada segundo vivido siempre lo recuerde con gran cariño y felicidad.
Espero de todo corazón que este viaje sea el inicio de una larga lista... y estoy segura de que así será y que conseguiremos que en esas ocasiones las que no nos han podido acompañar también lo hagan.
Muchos besos a todas, mis niñas.
3 comentarios:
leyendo tu entrada, he vuelto a revivir cada momento del viaje como si nos estuviese volviendo a suceder. Cuenta conmigo para todos los vajes habidos y por haber, porque nos quedan muchos lugares por descubrir a todas juntas. Lo pase fenomenalmente contigo en el viaje, fuiste una compañera de habitacion 10 y un amiga ideal en todo momento. UN BESAZO WUAPA
me alegro que lo hallais pasado bien, yo he estado en granada y saco conclusión: andalucía e mu grande quilla jeje.
gracias por comentarme el otro día, yo lo que digo es que gane quien gane hay que acabar con eta, y a veces les tengo tanta rabia que los medios con los que vencerlos me darían igual, pero bueno, algun día se acabará, besicos wapa
Bueno ya esta bien que te escribira en esta entrada xo como pa variar se me habia olvidado la contraseña... Sólo decirte que me lo pasé muy bien con vosotras en el viaje y que espero que hagamos muchos más.
Me quedo con una cosa que me enseñaste que me gustó mucho: opreación bogavante...
Muchos bss.
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