Sí, así es como te sientes. Te sientes como si jugaras con fuego.
Puede que sea el verano, el calor, la playa, las vacaciones, el tiempo libre, el cambio de ambiente… no sabes bien lo que es. Tienes un lío tan grande en la cabeza que no quieres ni pensar en ello. Lo único que puedes comprender es que estás en una situación delicada. De la noche a la mañana te has convertido en una persona amante de la pirotecnia. O, mejor dicho; no ha sido de un día para otro: tu nueva adicción se ha apoderado de ti debido a un proceso tan rápido que no te ha dado tiempo ni a reaccionar contra él.
Tus alarmas han saltado y las palabras de “peligro inminente” resaltan por todas partes. Pero tú ni las ves ni quieres verlas. Imaginarte el brillo del fuego, su color, su olor y lo que se puede lograr con él consiguen en ti un efecto enfermizo. Y no digamos ya cuando tienes esa gran arma letal en tu poder. Lo sabes, todo el mundo sabe que ser un pirómano no es nada bueno. Que a la larga solamente conseguirá hacerte daño. Pero te has acostumbrado al bienestar que te produce a corto plazo y no dejas de explotar esta nueva sensación que te encanta. No puedes evitar ser un pirómano. Ya es demasiado tarde… LO NECESITAS. Te bastó una sola vez para descubrir que era algo imprescindible en tu vida, casi tanto como el aire que respiras.
Tus alarmas han saltado y las palabras de “peligro inminente” resaltan por todas partes. Pero tú ni las ves ni quieres verlas. Imaginarte el brillo del fuego, su color, su olor y lo que se puede lograr con él consiguen en ti un efecto enfermizo. Y no digamos ya cuando tienes esa gran arma letal en tu poder. Lo sabes, todo el mundo sabe que ser un pirómano no es nada bueno. Que a la larga solamente conseguirá hacerte daño. Pero te has acostumbrado al bienestar que te produce a corto plazo y no dejas de explotar esta nueva sensación que te encanta. No puedes evitar ser un pirómano. Ya es demasiado tarde… LO NECESITAS. Te bastó una sola vez para descubrir que era algo imprescindible en tu vida, casi tanto como el aire que respiras.
3 comentarios:
"El que juega con fuego se puede quemar". Ten cuidado.
Un beso muy grande.
Si el ser un pirómano a corto plazo se beneficia en algo o te ayuda algo, pues bien, juega a ser pirómano. Pero si a la larga te va a hacer daño, ten cuidado y no dejes dañar por nada y por nadie, pues tu vales mucho y solo mereces ser feliz.
Besos
Mar: cuanta razón tienes, Mar. Tienes toda la razón.
Linda: creo que ser pirómano no es bueno, ni a corto ni a largo plazo. Y no todo lo que nos beneficia (o lo que creemos que nos beneficia) se puede realizar.
Muchísimas gracias a las dos por comentar. Besos.
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