¿Sigo siendo yo? No, no puede ser. No tengo esa sensación. Me levanto y me miro en el espejo. Aparentemente sigo siendo la misma. Pero no, me noto diferente. ¿Otra mirada?, ¿otra sonrisa?… no sé, no es algo concreto. Es… todo y a la vez… nada. Me siento ligera. Muy ligera. Sin pesos que me intenten asfixiar. Mucho más segura. Y sin miedos. Ya no tengo miedos. Y sé que tú eres el culpable. Y por fin me atrevo a decírtelo, a confesármelo a mí misma. A no dejarme arrastrar por esa sensación de miedo que parecía que era algo inherente en mí. Y ahora soy feliz, porque he tomado la decisión de intentarlo. De intentarlo no, de conseguirlo. De luchar con uñas y dientes y contra dragones si es preciso para que seas el rey del reino que tú has construido para mí. Porque el destino, el azar, la casualidad, la coincidencia, la vida… o como quieras llamarlo, no nos ha puesto a uno en el camino del otro por nada. No podemos habernos conocido en el culo del mundo cuando llevábamos tantos años cerca por nada. Lo sé. Ahora lo sé. Y quiero darte las gracias. Mil veces gracias. Infinitamente gracias por todo. Y porque aunque pienses que hemos perdido el tiempo yo en realidad creo que todo ha ocurrido en el momento oportuno.
domingo, 16 de mayo de 2010
TÚ Y YO
¿Sigo siendo yo? No, no puede ser. No tengo esa sensación. Me levanto y me miro en el espejo. Aparentemente sigo siendo la misma. Pero no, me noto diferente. ¿Otra mirada?, ¿otra sonrisa?… no sé, no es algo concreto. Es… todo y a la vez… nada. Me siento ligera. Muy ligera. Sin pesos que me intenten asfixiar. Mucho más segura. Y sin miedos. Ya no tengo miedos. Y sé que tú eres el culpable. Y por fin me atrevo a decírtelo, a confesármelo a mí misma. A no dejarme arrastrar por esa sensación de miedo que parecía que era algo inherente en mí. Y ahora soy feliz, porque he tomado la decisión de intentarlo. De intentarlo no, de conseguirlo. De luchar con uñas y dientes y contra dragones si es preciso para que seas el rey del reino que tú has construido para mí. Porque el destino, el azar, la casualidad, la coincidencia, la vida… o como quieras llamarlo, no nos ha puesto a uno en el camino del otro por nada. No podemos habernos conocido en el culo del mundo cuando llevábamos tantos años cerca por nada. Lo sé. Ahora lo sé. Y quiero darte las gracias. Mil veces gracias. Infinitamente gracias por todo. Y porque aunque pienses que hemos perdido el tiempo yo en realidad creo que todo ha ocurrido en el momento oportuno.
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1 comentario:
Sí, sigues siendo tú... más completa pero... TÚ...
Mil besos, rubia.
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